Hay que ser Padre sin duda para sentir esto y mucha gente no lo entenderá, pero salir con mi hijo a montar en bici me hace sentir muy orgulloso de poder compartir mi deporte y el contacto con la naturaleza con él. Desde los cuatro años mas o menos le compré la primera bici con sus ruedines y tras los miedos iniciales terminó por seguirme dando botes por los caminos con ruedines y todo. No hay día que montemos en bici y no se caiga, paso más miedo que cuando me creo un Free Rider, pero ahora con siete años y con bici de doble suspensión se cree capaz de todo, subir y bajar por cualquier sitio, bajar escalones, etc y si le digo algo es que soy un cobardica, jajaja
No sé si esto de la bici de montaña le seguirá gustando de mayor, ni yo lo pretendo, solo salimos cuando el quiere, yo no lo obligo a montar en bici. Tampoco sé si algún día lo tendré de compañero en mis rutas por el monte o en algún viaje con alforjas. Pero sin duda ahora mismo lo que me importa es que él se lo pasa fantásticamente y yo también.
Orgullo de Padre?, si!!